
Esta receta de jengibre encurtido es muy sencilla y un gran complemento para acompañar tus platos de sushi y darle un punto exótico y refrescante a tus ensaladas.
Ya sabéis que el jengibre además de aportar ese sabor tan especial a nuestros platos, tiene importantes propiedades para nuestra salud, estimulando nuestro sistema nervioso, ayudando en nuestra digestión o para resfriados y problemas de garganta.
El encurtido de jengibre se puede conservar perfectamente en la nevera durante meses y como decía al principio de la receta, es un complemento obligado en la cocina de cualquier amante del sushi.
Ingredientes
- 200 g de jengibre
- 200 cl de vinagre de arroz o vinagre de manzana
- 100 cl de agua
- 1 cucharada de azúcar
- 1 cucharadita de sal
Preparación del encurtido de jengibre
- Corta el jengibre en láminas finas con una mandolina o con un cuchillo bien afilado. Tómate tu tiempo para dejar todo el jengibre bien cortadito y déjalo reposar durante 30 minutos en un bol para que suelte un poco sus jugos.
- Introduce el jengibre en un tarro de conserva y déjalo abierto. Mientras, en un cazo lleva a ebullición el agua, el vinagre, el azúcar y la sal. Con el primer burbujeo retira del fuego e introduce la mezcla bien removida en el tarro.
- Por último, deja enfriar e introdúcelo en la nevera. Pasados unos 7 a 10 días ya está listo para su consumo. Si os fijáis bien, con el paso de los días en jengibre se irá tornando de un color rosáceo muy atractivo y sugerente. Es una reacción completamente normal 🙂
Degustación
Personalmente utilizo mucho este encurtido de jengibre para acompañar mis platos de sushi. Se suele tomar un trocito para preparar la boca antes de empezar a comer sushi o cada vez que cambiamos de tipo de sushi. Incluso junto a nuestro maki también está muy rico.
También lo he probado en ensaladas de estilo thai, con un poquito de chile, frutos secos y jugo de limón.






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