
Hoy te traigo un postre sencillo y sabroso de pastel de zanahoria. Un bocado dulce y esponjoso que funciona muy bien tanto para un desayuno como para una merienda o un tentempié casero.
Esta receta es relativamente baja en grasas y contiene una buena cantidad de jengibre, una raíz muy saludable y algo picante que le aporta ese toque de aroma y sabor extra a la tarta y que estoy seguro que te va a encantar.
Dicho esto, si no tienes jengibre a mano en tu nevera, te resulta difícil de encontrar o simplemente no te gusta, no dudes en eliminarlo de la receta y continuar con el resto de pasos. Te quedará igual de rica. O no.
Ingredientes para 4 personas

- 2 huevos
- 100 ml de leche
- 200 g de azúcar (yo prefiero utilizar azúcar moreno o panela)
- 200 g de harina de avena o en su defecto de harina integral
- 1 cucharadita de esencia de vainilla. Si tienes vainilla natural en vaina, mejor que mejor
- 2 zanahorias grandes (unos 500 gramos)
- Una cucharadita de canela
- Dos cucharaditas de levadura y/o bicarbonato de sodio
- Una cucharada de aceite
- Ralladura de jengibre al gusto. Yo le añado aproximadamente unos 50 gramos
Preparación del Pastel de Zanahoria
- Batir los dos huevos para después añadir la leche, el azúcar y la esencia de vainilla.
- Agregar la harina, la levadura, la canela y el bicarbonato, batir todo junto. Incorporar el aceite y mezclar. Rallar la zanahoria y el jengibre, utilizando un rallador más fino para este último. Añadir la zanahoria y el jengibre a la mezcla anterior.
- La mezcla puede resultar un poco espesa pero no te preocupes porque la propia ralladura de zanahoria hidratará adecuadamente el conjunto 🙂
- Precalienta el horno a 180 Cº y cocina el pastel durante 40 minutos. Sácalo del horno y déjalo enfriar antes de desmoldarlo. Asienta bien la masa en el molde con unos golpecitos antes de introducir la mezcla en el horno.
Este es el resultado final, una receta fácil, rápida y saludable. Te animo a probarla, seguro que te gusta.

Degustación
Este tipo de tartas y pasteles de zanahoria son más ligeros de lo que parece y una gran alternativa a la bollería industrial o de pastelería.
Cuando le cojas el truco a esta elaboración seguro que no dejas de hacerla de vez en cuando. Es una de esas recetas súper socorridas que gustan a niños y grandes, se hacen en un periquete y nos quitan las ganas de comer dulce sin tener que recurrir a postres o dulces hipercalóricos.
Si como yo eres un amante del jengibre en los postres, deberías probar esta combinación letalmente sabrosa de yogur griego con jengibre.






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