
¿Tienes ganas de probar la salsa teriyaki y no te apetece bajar a la tienda de turno? ¿Tenías en mente preparar un adobo y de repente te das cuenta de que no tienes teriyaki?.
No te preocupes, te voy a ayudar a preparar una salsa teriyaki casera de forma sencilla y en un periquete.
Antes de empezar con la receta te voy a explicar algunos básicos de esta popular salsa de origen japonés.
Contenidos
¿Qué es la salsa Teriyaki?
El concepto nipón de teriyaki es el siguiente. La salsa o teri es la encargada de aportar sabor a los alimentos mientras que yaki es el tipo de cocción, en este caso parrilla, que se va a dar a ese alimento macerado en la salsa.
Como verás, la definición es muy amplia y permite varias interpretaciones. Popularmente un teriyaki es un alimento que se cocina en parrilla o sartén tras un “macerado” previo en la salsa.
Usos
Ahora que ya sabes algo más de la salsa teriyaki, te habrás dado cuenta de las infinitas posibilidades de este aderezo.
No se utiliza solamente para macerar verduras, carnes o pescados, también se puede usar como aderezo en salteados, sopas, platos de wok, etc.
Es una salsa rápida y fácil, que aporta un sabor espectacular a los alimentos, siendo muy recomendable para darle un empujón de sabor a verduras como el calabacín, el pimiento, la cebolla, los champiñones o el brócoli.
Sobre la Receta de Teriyaki
La receta original de salsa teriyaki se elabora con salsa de soja, mirin, azúcar y sake. Como imagino que no tendrás ni mirin ni sake en casa, te voy a ofrecer una opción mucho más sencilla (también dejaré una receta más compleja).
Esta opción lleva soja, agua, azúcar, vinagre, ajo y jengibre, ingredientes mucho más de “andar por casa” que los anteriores.
Ahora sí, vamos con la receta. Te prometo que es muy simple y se cocina en un periquete.
Ingredientes para la salsa
- 100 ml de salsa de soja ligera*
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- 1 dedo de jengibre
- 1 cucharada de harina de fécula de maíz (maicena)
- 1 cucharada de vinagre**
- Agua
- Una pizca de MSG o glutamato monosódico (opcional)
*Opta por utilizar una salsa de soja que no sea muy oscura y densa y, a ser posible, que sea de buena calidad. Por ejemplo, Pearl River Bridge es una buena marca en relación calidad-precio. Si es muy densa, simplemente añade una pizca más de agua.
**Si tienes vinagre de arroz mejor, aunque con vinagre normal y corriente también queda bien.
Cómo hacer Salsa Teriyaki
- En una cazuela coloca aproximadamente 50 ml de agua (o menos, dependiendo de la densidad que busques) y añade la salsa de soja, el azúcar, el jengibre rallado y el ajo aplastado. Lleva a ebullición esta salsa a fuego medio-bajo y moviendo de vez en cuando para que disuelva el azúcar y se combinen bien todos los sabores. Deja cocer por aproximadamente 5 minutos.
- Cuando hayan pasado esos 5 o 6 minutos de cocción suave, añade la cucharadita de harina de maicena diluida en un chorrito de agua fría. Por último añade el vinagre y mezcla bien el conjunto.
Ya tienes lista una sabrosa y perfumada salsa teriyaki casera para macerar verduras, pollo, pescado o lo que se te ocurra. Puedes guardar la salsa en un bote y meterla en la nevera cuando esté fría. Te durará perfectamente 5 o 6 días.

Si le quieres dar un punto extra de sabor umami a tu teriyaki y no tienes nada en contra del MSG o glutamato monosódico, añade una pizca del mismo en tu salsa.
Receta Alternativa
Después de una primera receta sencilla de salsa teriyaki, te dejo con otra algo más elaborada, similar a la que preparó Joseba Arguiñano en el programa de su padre.
- 180 ml de salsa de soja
- 100 ml de mirin (vinagre de vino o manzana)
- 1/2 cebolla
- 1/2 limón
- guindilla
- 1/2 puerro
- 3 dientes de ajo
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- un trozo de jengibre
- 1/2 manzana verde
- 1 cucharada de harina de maicena
Llevar a ebullición todos los ingredientes menos la harina durante unos 15 minutos. Añadir la maicena diluida en agua fría a la mezcla y volver a hervir. Debe quedar una salsa espesa y melosa.
Degustación
Esta salsa teriyaki casera es amiga íntima de las pechugas de pollo y, en general, de la carne de ave. Aporta un gran sabor a este tipo de alimentos y al cocinar en parrilla quedan tiernos por dentro y sabrosos y crocantes por fuera.

También puedes optar por macerar verduras, como comentaba más arriba. El límite es tu imaginación.
Algunas como el brócoli (previamente blanqueado), el calabacín o la cebolla quedan riquísimas.
Por cierto, esta es una salsa que cualquier vegano o vegetariano puede utilizar para darle un toque de sabor extra a todos sus platos.
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